El tiempo bajo el Sol

Si eres de los que en estas dos últimas semanas te dijeron que el proyecto de enero recién va en abril; terminaste con tu enamorada y Navidad y Año Nuevo tuviste que dar explicaciones a toda tu familia y ver a qué plan te unías; las millas que te va a regalar tu hermano no son tantas como pensabas; no te responden de España sobre el tema de tu beca y aún no sabes si te irás o no en mayo; es enero y ya hicieron ascensos en tu empresa pero a ti no te han dicho nada, aunque sabes que durante todo enero siguen avisándoles a los trabajadores si los ascienden o no; tu “futuro socio” sigue pensando si es que va a aceptar ser tu socio y te responderá la primera semana de febrero; entras a Facebook y la mayoría de tus amigos escribe algún propósito seguro para el 2017: se casarán y ponen un dibujito de anillo y la foto de su novia, comprarán una casa y ponen las fotos de los planos y cuándo se las entregarán, viajarán a una isla remota y ponen su cara al lado de un pasaje de avión señalando la fecha. Ves todo esto y prefieres salir rápido del Facebook porque tú estás lleno de inseguridades y te preguntas ¿cómo vivir con incertidumbres y no morir de ansiedad o envidia en el camino? Hay muchos que así empiezan este 2017, sin propósitos claros y con incertidumbres reales.

¿Qué le responderías a alguien que te cuenta alguna de sus incertidumbres empezando el año? ¿Te incomodaría porque piensas que es una persona negativa que te va a malograr tus buenas intenciones y propósitos para el 2017? Antes de seguir leyendo este artículo, imagina alguna buena respuesta para alguien que quieres mucho y que ahorita está pasando por un momento de incertidumbre respecto a cómo será este nuevo año.

Espero que hayas encontrado alguna respuesta a esta pregunta difícil, pero la verdad es que no es tan fácil aconsejar, acompañar, acoger, etc. a alguien que pasa por una etapa de inseguridad, justo ahora que estamos empezando el año. Probablemente esta persona está sintiendo temor, y aunque el temor sirve como mecanismo de protección, en situaciones de inseguridad incapacita para pensar con claridad y paraliza el actuar; de repente siente rabia de no tener las cosas controladas, y esto le genera incomprensión y puede tener reacciones irreflexivas y generar conflictos.

Entonces, ¿Qué hacer con la incertidumbre? ¿Sea tu caso o el de alguien cercano?

Primero recuerda quién eres, las cosas buenas que hasta ahora has logrado en tu vida, los momentos en los que te sentías en la cima, en lo mejor de ti y piensa qué es lo que estaba sucediendo para que te sintieras así. En momentos de inseguridad hay que buscar la fuerza adentro de uno mismo, hacer memoria de esos momentos “estelares” que hemos vivido. El ambiente está movido, el exterior no es seguro ni está definido, es por eso que en estos períodos tienes que hacer un buen esfuerzo para no desanimarte, acomplejarte, compararte con los demás ni dejarte llevar por la ansiedad. Es un momento para ir “hacia adentro” y buscar ahí tu valor más profundo.

Busca gente que te conozca, amigos, familiares, compañeros de trabajo, que sabes que te valoran, quieren y conocen en qué eres bueno y también cuáles son tus puntos débiles. No es momento de estar con personas con las que has tenido algún conflicto o no te han valorado.

Si eres creyente, reza, pídele a Dios que te ayude a verte con Su mirada,  ¿quién te valora más y mejor que Dios? Él te creó con ciertas características y talentos y si ahora no los estás viendo, pídele que te ayude a reconocerlos.

Y lo más importante, acepta este momento de incertidumbre. Es mentira eso de que siempre vamos a tener las cosas claras, el horizonte despejado, los propósitos definidos. Hay etapas de dudas e inseguridades que si son bien llevadas ayudan muchísimo a madurar, conocerse y sobre todo re-encontrarse con lo esencial. Aprovecha este momento incómodo para trabajar en la virtud de la paciencia. No se trata de resignarse ni “echarse al abandono” sino de saber esperar. Si las decisiones dependen de otras personas o de circunstancias externas, ten paciencia y espera con realismo y esperanza. Tranquilo, la incertidumbre no te va a matar, sí te va a disgustar y generar malestar, pero es circunstancial y si la vives con prudencia y reflexión puede convertirse enocasión de crecimiento.

Así que si empiezas este 2017 un poco incómodo porque tienes más incertidumbres que propósitos definidos; no tengas miedo, no es un drama. Crecer duele y cuesta, pero siempre es necesario y es para bien. Respira y espera porque todo tiene su tiempo bajo el sol.

Verónica Neuenschwander Sahurie
Coach - Integral